BLOG #4 - Idolos del corazón

-Camila Gómez-

 Me interesó el siguiente fragmento del libro ídolos del corazón « Dios demanda nuestras devoción absoluta e inequívoca solo a Él » Elyse Fitzpatrick

Esta fue una cita que me llamó mucho la atención, porque plantea la pregunta, ¿Realmente estamos haciendo eso? ¿De verdad estamos dedicando la mayoría de nuestro tiempo y devoción a Dios y su ministerio? Inequívoca significa, según el diccionario, que no admite duda o equivocación. Esta cita impacta mucho la conciencia, por que la mayoría no tiene su enfoque en Dios, vamos al colegio, hacemos tareas al llegar a casa, luego entramos al celular y pasamos varios minutos, o incluso horas en Pinterest, Instagram, Youtube o Tik Tok, pero ¿Qué hay de Dios?

El Señor no solo dice que debemos dedicarnos explícitamente a Él, si no que lo DEMANDA. No es opcional. ¿Por qué se nos hace TAN difícil vivir enteramente para Dios? Elyse Fitzpatrick responde eso. Por los ídolos de nuestro corazón. Si Dios no es el centro de nuestra vida, significa que algo más lo es, lo que nos convierte en idólatras. Te sorprenderán de la cantidad de cosas simples que pudieran ser ídolos:  Los estudios, tus amigos, el celular, el internet, tu reputación, los libros, la comida, los deportes, el arte, el dinero, ir de compras… Y podría seguir y seguir. Estas cosas no están necesariamente mal, pero si ocupan el lugar de Dios en tu corazón, ya es idolatría. Y de aquí paso a la otra cita del libro, que explica cómo tener obediencia hacia Él.

« Como puedes ver, no tener otros dioses es el punto principal del cual depende toda nuestra obediencia» Elyse Fitzpatrick

Entonces, si Dios demanda toda nuestra obediencia y devoción a Él, y la clave de la obediencia está en no tener otros ‘’dioses’’, entonces si eliminamos la idolatría de nuestras vidas, podremos obedecer a Dios. Por supuesto, en esta vida, nunca estaremos completamente libres de caer en el pecado, pero mientras más intentemos, más tendremos éxito. Cada vez más podremos dedicarnos un poco más que antes a Dios. Si Él es el centro de nuestras vidas, nuestra obediencia estará dirigida solamente a Él.

Ahora dirigiéndome a otro enfoque del libro que captó mi atención y me gustaría meditar:

« En todo el mundo solo existe un poder que cambia las vidas: El Espíritu Santo» Elyse Fitzpatrick

¿Por qué esta cita me llamó la atención? Pues por el hecho de que muchas veces nos vemos hablándole de la palabra a personas que no conocen el evangelio, y la duda entra nuestro ser. ¿Por qué no me entiende o no me escucha? Solo me van a ignorar y pensar que estoy hablando de algo sin importancia, o , ¡Es tan terco! No podré hacer nada por esa persona. Varias veces olvidamos que nosotros simplemente somos los heraldos, nosotros no seremos lo que transformaremos sus vidas. No, ese es el trabajo del Espíritu Santo. Porque solo Él tiene el poder de cambiar los corazones de piedra a corazones suaves como la lana. No debemos pensar que nosotros somos los que cambiaremos su vida, a veces el Espíritu Santo obra en las personas que menos sospechamos. Por eso debemos llevar la palabra a TODO mundo, y luego dejar que Él obre en ellos.

Ahora, quiero hablar de esta última cita, que tiene que ver con la idolatría y los deseos interiores:

« Cuando Jesús habló del corazón se estaba refiriendo a tu yo interior. Cuando la Biblia se refiere al corazón, significa tras tres operaciones principales del yo interior: Tu mente, tus afectos y tu voluntad» Elyse Fitzpatrick

Me llama la atención como ella se refiere a estos tres puntos como, « Las tres operaciones principales del yo interior ». Esto me hace pensar en como tu yo interior es toda una operación, de donde salen todas tus acciones, emociones, pensamientos, deseos y luchas. En la mente, están tus pensamientos, creencias, discernimiento, entendimientos. Son como las cosas voluntarias que tú mismo decides. Los afectos serían los deseos, sentimientos, emociones e imaginaciones. Las cosas involuntarias que no ‘’Puedes’’ evitar sentir. Por último la voluntad sería la parte del yo interior que determina nuestras acciones. Con todo esto podemos ver como nuestro yo interior es toda una compañía, y dependiendo de cómo está organizada vamos a pensar y actuar. Dependiendo de nuestro yo interior, decidiremos a quién obedecer. 

En conclusión, recomiendo la lectura de este libro para aquellos que están teniendo problemas con la idolatría, y si piensas que no luchas con ese problema, te invito a preguntarte, ¿Realmente estoy dando toda mi devoción absoluta e inequívoca a Dios? Si no es así, ¡Te animo a leer este libro! Será un paso más a la devoción al Señor. Así que, dicho esto, disciplinemos nuestro yo interior para dedicar nuestras vidas a honrar a Dios en todo lo que hagamos!