Dos Mundos. ¿Una Realidad? - «Negro»

¿Es posible soñar una realidad? ¿Cómo sería vivir entre dos mundos? ¿En verdad los sueños pueden volverse reales? ¿Te imaginas vivir dos realidades distintas que a la vez están conectadas? Todas estas dudas, o preguntas, las enfrentó Thomas Hunter, un hombre que, a través de un accidente, se encuentra atrapado entre el presente y el futuro.

Me impresionó la forma en la que el autor, Ted Dekker, relaciona las dos realidades que vive Thomas Hunter y las explica de forma que el lector las puede entender. Me sorprende mucho, ya que pienso que entrelazar el primer mundo en el que se presenta al personaje con la segunda realidad en el que este aparece es de gran dificultad.

«Cuán absurdo que ella pensara en este hombre maltratado como algo más que alguien que necesitara con desesperación el agua y el amor de Elyon». -Página 35

Una oración sencilla, pero, hasta cierto punto, con un mensaje poderoso. Este fragmento me llevó a pensar en nuestra condición caída y pecaminosa. La verdad es que, al igual que Thomas (que es el hombre), nosotros, antes de aceptar a Cristo en nuestras vidas, estamos maltratados por causa del pecado y necesitamos el agua de vida eterna y el inmensurable amor del Señor. Por esta razón, es vital que corramos hacia Cristo y le aceptemos como nuestro Señor, Salvador, y el único que puede borrar y perdonar todos nuestros pecados.

«El mal y el bien residen en el corazón, no en árboles y agua». -Página 51

Esta frase me llevó a pensar en dos cosas: (1) La primera parte de la cita, «El mal y el bien residen en el corazón...», me hizo meditar en todo el pecado que tenemos en nuestros corazones. Fuimos creados sin pecado, pero, desde que el hombre desobedeció a Dios, la maldad llenó nuestros corazones. (2) La segunda parte de la cita, principalmente, «no en árboles y agua», me llevó a reflexionar en que, muchas veces, deseamos culpar a los demás por nuestros errores. Nuestro orgullo no acepta el hecho de que no lo hicimos de la manera correcta y busca humillar a otros para evitar un sentimiento de inferioridad.

«Hay momentos de dejar la cautela en el valle y emprender la marcha hacia la montaña». -Página 129

Esta cita es un claro llamado a dejar la comodidad y probar cosas nuevas. Estoy de acuerdo con esto, ya que, en mi opinión, es bueno intentar nuevos retos y abrirte a nuevas experiencias. Digo esto, porque abrirte a nuevas situaciones puede expandir tu conocimiento y quizás puedas entender a otras personas de una mejor manera si viviste lo que ellos vivieron. Por ejemplo, leer una reseña de un libro no es lo mismo que leer el libro. Y, aunque no me opongo a la idea de experimentar actividades nuevas, me es difícil abrirme a situaciones diferentes. A pesar de esto, sugiero que no temas vivir nuevas experiencias y hacer actividades que te lleven a aprender nuevos conocimientos. Sin embargo, cabe resaltar que todo se debe hacer sin hacer nada malo y que no exalte el nombre del Señor. Si lo que quieres hacer no beneficia tu vida ni agrada a Dios, no lo hagas. Es mejor disfrutar mucho tiempo de cosas buenas, que un instante de cosas malas.

«‒Mentes necias llaman como les da la gana a lo que no conocen». -Página 188

¿Es bueno ser necio/a? ¿Trae esto algún beneficio? La verdad es que, en mi opinión, ser necio es tener falta de conocimiento, pero, aún más, es tener falta de sabiduría. Una persona necia hace las cosas sin pensar en las consecuencias; no tiene un buen discernimiento. Me llama la atención esta frase, pues refleja la realidad. Una persona necia que no tiene mucho conocimiento no prosperará en lo que haga. Hará cosas sin pensar y esto llevará a que no tenga un buen resultado en cualquier actividad que desempeñe. Por otro lado, una persona sabia buscará hacer las cosas lo mejor que pueda y querrá adquirir conocimiento para tener resultados beneficiosos. Además, pensará en las consecuencias de sus acciones y escogerá la que le sea de provecho. Debemos recordar que ser necios no trae ningún beneficio a nuestra vida. Buscar la sabiduría es una de las mejores decisiones que podremos tomar. Es de resaltar que la sabiduría solo se encuentra si buscamos a Dios, ya que, según Proverbios 1: «El principio de la sabiduría es el temor al Señor».

«Negro» es un libro que recomiendo a personas que les guste la acción, que tengan una imaginación activa y que les guste, al menos un poco, el romance. Este relato también me gustó porque su trama te atrapa y hace que quieras seguir leyendo. El autor te transporta a través de varios mundos en los cuales debes prestar atención para poder apreciar de la mejor manera la calidad del texto. Además, este libro también te enseña la importancia de ser sabio, buscar nuevas experiencias (que no lleven a pecar) y, en lo personal, a recordar nuestra necesidad del Señor. Finalmente, le doy una calificación de 10/10.