El diario de Greg #16: El Número 1

«El diario de Greg #16: El número 1» es parte de la famosa serie de libros «El diario de Greg» escrita por Jeff Kinney. Ésta saga está clasificada dentro de los géneros: Literatura infantil, Humor, Novela gráfica, Ficción deportiva y Diario ficcional. Este libro me recorda a cuando era Navidad y tenía 10 u 11 años, porque en ese tiempo me regalaron el primer libro de esta serie.

Aunque yo he leído varios de los libros de la saga de el diario de Greg y me gustan mucho, incluso la consideraría mi saga favorita, aún estoy leyendo este libro. En lo particular, hay varias escenas que me gustan mucho de este libro, una de esas está en la página 29, cuando el autor dice y lo cito: «Así que tuve que intuir y probarlo todo POR MI CUENTA, y todavía no estoy del todo seguro de que usara el equipo debidamente» (Kinney 29). Lo que me entretiene y me gusta es la imagen que se presenta después de esta oración, ya que en la imagen se muestra a Greg haciendo el ejercicio en la máquina al revés y justo al lado de una señora haciéndolo bien, sin problema. Esto recuerda cuando yo era pequeño cuando en la casa había una máquina de correr y yo mordía el puño de la máquina (que era una especie de goma) y también porque yo le daba al pedal completamente al revés.

El personaje principal de mi libro es Greg Heffley (que ya lleva 16 diarios). Es malo en los deportes, y como él menciona: «Mamá siempre dice que, dentro de un equipo, cada miembro tiene un papel importante. En mi caso, creo que mi papel es hacer que todos los DEMÁS parezcan buenos» (Kinney 1). Esto significa que es malo en todos los deportes y que es muy inferior al resto, pero en algún momento si le gustaban los deportes: en primaria y específicamente el fútbol, esto porque ningún niño conocía el reglamento del deporte y NADIE prestaba atención al juego, ni siquiera los árbitros, que eran adolecentes. Esto significaba que se armaba un caos absoluto, todos celebraban cuando alguien metía gol, etc. También los entrenadores se aseguraban de que TODOS metiesen gol y así los estudiantes ganaban confianza.

Esto pasó hasta primaria, donde dice que todo cambió y ahora los árbitos eran realmente buenos y veían todas las cosas y usaban el silbato, así que ya no permitían cosas que normalmente hacían en preescolar. Esto afectó a Greg que casi siempre que tocaba es balón, los árbitros pitaban casi siempre y como él dice «Por eso, cuando había partido, me ponía en una esquina del campo y rezaba para que la pelota no rodara hacia mí» (Kinney 6). Este cambio significó que Greg ya no era tan bueno en los deportes o parecía y desde ahí, el protagonista tiene un interés nulo con el fútbol y con los deportes en general y esto más otras cosas, como que hicieran unos cambios en el bar y que con eso el presupuesto solo daba para cortar el césped una vez cada tres semanas y eso traía cosas como garrapatas.

Pero ahora Greg Heffley y todo el colegio tiene que ponerse las pilas, porque allí hicieron una jornada deportiva, que ya habían hecho antes hace mucho tiempo, cuando el hermano mayor de Greg, Rodrick Heffley, tenía su edad. En ese año el equipo que ganase el colegio le daba helados gratis, pero ahora el equipo que gane tiene eso y un día libre y los alumnos no tienen que ir al colegio.

Hasta ahora, el libro me ha gustado mucho. No puedo esperrar a leer qué pasa a continuación.