La historia ocurre en San Petersburgo hacia los años 1882, en los alrededores del gran edificio de la Audiencia. Durante cierta reunión de los miembros del Tribunal, se enteran de la muerte de Iván Ilich, persona vulgar y sencilla; quien es el personaje principal de esta historia. Fue el segundo hijo de su padre, considerado el Fénix de su familia. Era inteligente, vivaz, amable, formal y un profesional riguroso con su deber en la administración pública. Ilich murió a los cuarenta y cinco años, mientras era miembro del Tribunal de la Justicia. Estuvo sufriendo de una enfermedad incurable y aun antes de su muerte ya el Tribunal de justicia estaba buscando un sucesor para su cargo.
Durante la enfermedad y aun después de la muerte de Iván Ilich, vemos como sus íntimos amigos Fedor Vasilievich y Piotr Ivanovich, no les importo la situación que estaba pasando Iván y su familia. No le visitaron durante su enfermedad y no querían cumplir con sus deberes de ir al entierro y visitar a la viuda para darle el pésame. Lo único que a ellos les interesaba era que ellos aún estaban vivos, tomar el puesto de Iván y ganar más dinero. Por eso el tema que mas resalta de esta parte de la historia es la envidia y el egoísmo, porque ante esta situación ellos solo piensan en si mismos.
Ya en el funeral, Ivanovich, Schwartz y otros miembros entendieron que este acontecimiento no era razón suficiente para alterar el orden de sus reuniones e impedir que esa noche abrieran un mazo de cartas y pasaran una velada agradable, como tantas veces, jugando a las cartas. Pero este deseo no se le cumplió, pues la viuda de Ilich tomó a Ivanovich del brazo y lo condujo dentro de la habitación donde estaba el ataúd para acompañarla durante el funeral. La viuda le contó que su esposo sufrió mucho durante toda su enfermedad y que los últimos días grito sin cesar. El estado de su enfermedad y el dolor que le producían fueron insoportables para él. Al oír esto, Ivanovich pensó en el sufrimiento de su amigo de tantos años y le dio pánico, pensó en la hipocresía de él y su esposa ante esta situación. Aun así, lo tranquilizo el hecho de que esto se había sucedido a su amigo y no a él.
Iván Ilich tuvo dos hijos, una joven doncella, vestida de luto y con expresión airada, y un joven adolescente, estudiante del bachillerato, con un aspecto muy parecido al de su padre a esa edad. El joven tenía los ojos irritados de llorar y expresión de haber perdido la inocencia. Todos se dirigieron al funeral donde había lágrimas, lamentos e incienso. Ivanovich fue el primero en retirarse del lugar y como fuera su deseo, fue a casas de unos de sus amigos a su acostumbrado juego de cartas.
Durante su vida, Ilich se mostro como una persona equilibrada en todo y respetuoso de seguir los caminos de su padre en el gobierno. Era un hombre muy elegante, bien vestido y actitud graciosa que caía bien a todos. Esta trama me recuerda a un suceso que leí en un libro llamado Cabezahueca Wilson, en mi clase de inglés, porque trata de un joven abogado, muy parecido a Ilich, pero que no tuvo el mismo prestigio profesional que él. Cabezahueca Wilson tuvo que trabajar muy duro en otras areas, como investigador de huellas dactilares y resolver un caso muy complejo de cambio de identidad y asesinato para poder ganar prestigio en el pueblo.
Después de cinco años fue cambiado de puesto, como Juez de Instrucción en otra provincia. El cargo era más interesante y atractivo que el anterior, puesto que realizó con buen agrado. El nunca abusó de su poder y aplicaba toda la ley. Hizo amistad con los altos juristas y los nobles ricos. Le gustaba jugar al whist, porque era un maestro jugando las cartas. Aunque no le interesaba casarse, conoció a una hermosa e inteligente joven de su círculo social. Ella pertenecía a una familia noble y tenía una buena dote. Ilich se caso con ella por dos razones, primero le gustaba mucho y segundo sus amistades la consideraban una buena elección.
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