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La pequeña Misionera

La fascinante historia de una niña misionera llamada Anita dio inicio en un día de primavera. Anita era una niña que amaba a Jesús, tanto así, que siempre a la salida de la escuela se reunía a hablar con sus amigos sobre Jesús. Aún en los problemas que tenía Anita, es decir, sus condiciones físicas, sus amigos la amaban tal y como era, así fue un día de primavera cuando una amiga de Anita, fue con ella, y Anita le pidió unas flores del jardín, al recibir las flores con el mejor ánimo, después de haberle dado las gracias a su amiga, decía: ''estoy muy feliz, estoy muy feliz que flores tan hermosas, tan bonitas !!''


Al leer esto, quedé impresionada por el amor y pasión que tenía ella con la creación del Señor, y pude abrazar esta cualidad para mi vida, el ser agradecida, el mostrar asombro y admiración por todo lo hermoso y perfecto que ha creado Dios para nosotros, estar atentos a todos y por todo elevar acción de Gracias al Señor, desde el simple y deleitoso cantar de los pajaritos hasta el admirar lo impresionante de los cielos y la tierra, la separación de las aguas de la tierra, oh ! cuan grandes y admirables son las obras del SENOR !! Alabado sea Su Nombre por siempre y para siempre !!


Así mismo, le a su hermana mayor, la cual, se llamaba María, y era quién un día cantaba: ''Cristo me ama, me ama a mí'' que por favor le ayudara a alabar a Dios, le ayudara a cantarle, su condición de salud se lo impedía, sin embargo, abría su corazón ante la presencia del Dios Santo a través de la alabanza que elevaba su hermana.


Luego de esto, aproximadamente, tres meses después, ella recibe la noticia de tener que mudarse a Kentucky, y mientras veía a su herma empacar preguntaba lo siguiente: ''Estará Jesús allá también, podre llevarle o compartir con otros las buenas noticias del Señor, podre presentarles a Cristo....podre...podre hacerlo ???



La chispa de fuego, la necesidad inmediata , la urgencia de mostrar y enseñar de Cristo a los demás era única, era impresionante, contagiosa, motivadora, digna de ser admirada por su esfuerzo y valentía, por las ansias de llevar el mensaje del Evangelio a los que no conocían del Señor, necesitamos mas de esto en nosotros, necesitamos mas Anitas en nuestras vidas, mas amor y temor por llevar a otros la Salvación que ofrece la Bendita Palabra de Dios.


Que siente mi ser cuando leo esta historia ? siente un poco de dolor, de pena, de necesidad en mí, el ser tímida me limita a ir mas allá de mis propias fuerzas, necesito más valor, más de Cristo para poder cumplir sus propósitos en mí, para poder expresarles a otros y compartir con otros lo más extraordinario que ha sucedido en mi vida.

Necesitamos alabar a Dios con todas nuestras fuerzas, nosotras podemos y sin embargo no damos todo lo que hay en nuestro ser, nos limitamos.

Necesitamos aprender que no importa el lugar, el sitio, con quién? o con qué? , la misión es única, la razón de todo es la misma y siempre, siempre estará presente, se hará sentir, se manifestará en nosotros, en nuestras vidas, la razón es Cristo el Señor.



Mateo 16:15

Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.


Salmo 67:3-4

Que los pueblos te alaben, oh Dios, que todos los pueblos te alaben.

Que todo el mundo se alegre y grite de alegría, porque Tú gobiernas a los pueblos con justicia y diriges a todas las naciones del mundo.



El Señor nos anime, nos ayude y nos bendiga.

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