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La Vida Es Sueño

Esta obra teatral escrita por Pedro Calderón De La Barca, narra la historia de un prisionero cuya vida cambia por completo en un lapso de tiempo bastante corto. Esto lleva a el personaje principal, Segismundo, a cuestionar la vida y la realidad en sí. En el transcurrir de la obra, se pueden apreciar

brillantes escritos, que tocan hasta lo más profundo de lo que es la vida, y lo compleja e impredecible que esta es. Al inicio, Segismundo habla de sus pesares, y de cómo la vida y el destino le han dado la espalda, siendo su existencia miserable comparada con la de otros.

«Nace el pez, que no respira, aborto de ovas y lamas, y apenas, bajel de escamas, sobre las ondas se mira, cuando a todas partes gira,

midiendo la inmensidad de tanta capacidad

¿y yo, con más albedrío, tengo menos libertad? » (Pág. 22) Cuando comencé a leer la obra se me hizo bastante desafiante el hecho de que está escrita de manera poética. Pero la verdad es que a través de esto, pude expandir mi vocabulario. Sí debo de admitir que tuve que releer algunas partes más de una vez, ya que es fácil perderse ante tan vasto lenguaje. Pero son segmentos como este los que muestran verdaderamente en la situación en que el personaje se encontraba. No solo de manera física, sino que también de manera mental y psicológica. Segismundo tenía una desconexión total del mundo y la sociedad que lo rodeaba. Pero algo que definitivamente destacó bastante es que, sin importar en la situación en que se encontrara (siendo príncipe o prisionero), su reacción ante las situaciones era similar. Y es que en el momento en que Segismundo se encuentra como prisionero, este intenta matar a una jóven, y cuando lo drogan y él despierta como el príncipe que legítimamente es, este empuja a un criado por la ventana. Esta reacción me impactó bastante, porque sin importar lo impredecible que sea la vida y las dificultades que traiga con ella, lo único predecible es uno mismo. Y es que, cuando Segismundo vuelve a ser drogado, y despierta como prisionero, toda su perspectiva acerca de la vida cambia. Pero su reacción sigue siendo la misma.


Aquí también se encuentra el icónico monólogo «Los sueños, sueños son». En lo personal es uno de mis favoritos, ya que en esta escena es donde el personaje principal se encuentra frente a la realidad de que todo aquello que la gente cree tener, tanto económico como social, no es más que una ilusión sin importancia, un sueño que todos parecemos creer como realidad. «Yo sueño que estoy aquí

destas prisiones cargado, y soñé que en otro estado, más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí.¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son. » (Pág. 98).


Aunque de igual manera se pueden ver reflejados aspectos y valores dignos de imitar como «No te responde mi voz, porque mi honor te responda; no te hablo, porque quiero que te hable por mí mis obras, no te miro, porque es fuerza, en pena tan rigurosa, que no mire tu hermosura quien ha de mirar tu honra» (Pág. 158) Es admirable y a la vez bastante cierto lo que se expresa en esta breve escena. Nuestras acciones deberían de hablar más alto que nuestras palabras. Muchas personas son dotadas con un don excepcional para hablar y convencer a multitudes acerca de aquello que profesan, pero son pocos los que verdaderamente cumplen aquello que tanto prometen. El primer ejemplo que me llega al pensamiento es el de Adolph Hitler. Un hombre con un gran poder sobre las masas, creando una imagen de sí mismo muy alta. Pero a la hora de ver sus acciones, era un hombre sanguinario, cruel e inhumano. Esto debe de motivarnos a que las acciones y buenas costumbres hablen por sí mismas. Y es que aquel que es verdaderamente genuino con sus palabras y acciones, no necesita mover masas para destacar entre los demás. Lo que también es evidente cuando Segismundo expresa «Mas sea verdad o sueño, obrar bien es lo que importa; si fuere verdad, por serlo; si no, por ganar para cuando despertemos» (Pág. 132).


En conclusión, La Vida Es Sueño, es una obra teatral. En la cual se debate la vida, y lo impredecible que es. Al igual que el verdadero valor efímero de la misma, ya que mientras muchos se preocupan por su posición económica o social, todas esas cosas van y vienen sin decir cuándo ni a dónde. Al fin y al cabo, todos, ricos o pobres, buenos o malos, tenemos el mismo fin.





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2 Comments


Hola Maia! Increíble Blog!


Se ve que este libro es un poco complejo por su lenguaje, pero realmente es uno que te pone a pensar en la vida y en ti mismo. Me encantó la parte en que mencionaste que a pesar de las diferentes situaciones en las que se encontraba Segismundo, su reacción siempre era la misma. También me gustó que dijiste que la vida es impredecible, lo único predecible es cómo reaccionamos a ella. Esto me hizo pensar en mi vida, pero a pesar de que es impredecible tengo cierta tranquilidad porque sé que Dios está en control de todo y que todo lo que hace tiene un propósito. Lo que llevaba a Segismundo a actuar irracionalmente era…


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cgomez510
May 03

Hola Maia!


Gracias por el pequeño contexto de la historia porque realmente ayuda a ver mejor la situación del personaje. Pude observar al ver tus citas, que es una obra compleja en su escritura, incluso, tu misma admitiste como se te hizo difícil leerlo al principio pero como luego ayudó a incrementar tu vocabulario. Esto es algo muy importante de las obras clásicas: que nos enseñan un area del español que no es común para nosotros. La forma en que describes a Segismundo me recordó mucho a Gregorio (De La Metamorfosis), la forma en que él estaba aislado del mundo y la sociedad. Cabe destacar que me encanto tu ejemplo sobre Hitler, ya que es muy cierto lo que dices,…


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