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Los ladrones que no podían dejar de estornudar.

¿Te imaginas ser víctima de un robo y luego ser el que atrapa a los ladrones? Ciertamente es una situación que no es común. Esto le pasó a Hubert, el personaje principal de una historia escrita por Thomas Hardy, esta consiste en un joven de 14 años que se destaca por su franqueza, vivacidad y coraje. Era la noche del 24 de diciembre, es decir nochebuena, cuando Hubert el hijo de un labrador de Wessex fue encomendado por su padre, quien no contaba con más ayuda ese día, un encargo a un pequeño pueblo a unos kilómetros de distancia de donde estaba. Entonces, se montó Hubert en su caballo, y fue a cumplir con lo que su padre le había pedido. Esta asignación le tomó a Hubert casi toda la tarde, así que cuando acabó se montó de vuelta en su caballo esperando pasar esta fría nochebuena en su casa junto a su padre, al menos era lo que pensaba que sucedería. De regreso a casa Hubert debía de pasar por un lugar conocido como el Valle de Blackmore, esta era una región que estaba desierta, a pesar de que era fértil. Para ese tiempo el Valle de Blackmore estaba cubierto de árboles densos, al menos gran parte del terreno. Ya cuando eran alrededor de las nueve de la noche, Hubert junto a Jerry, su caballo, cabalgaba a través de los árboles con ramas colgantes, mientras haciendo esto Hubert cantaba un villancico apropiado de la época, cuando de repente algo que él no esperaba sucedió. Hubert oyó un ruido que venía de los árboles, fue ahí cuando recordó que por donde transitaba tenía un «nombre maligno». Por ese lugar varios hombres habían sido asaltados, pero Hubert en el momento no entró en pánico ni se le notaba algún signo de miedo. A pesar de su coraje hubiera deseado que su caballo Jerry fuera de otro color que no fuera gris claro, pues este era más visible. Fue en este momento cuando se mentaliza y dice en voz alta, que él no tenía nada de qué preocuparse, las ligeras y rápidas piernas de Jerry correrían rápido y lo sacarían de cualquier situación que hayan de enfrentar. Fue en este preciso momento donde irónicamente Hubert es víctima de un asalto por tres hombres enmascarados. Estos hombres ataron a Hubert en las piernas y en las manos y se deshicieron de él. Lo arrojaron a un zanja, y se llevaron su caballo. Hubert naturalmente se intentó defender lo mejor que pudo, pero era lógico que tres hombres vencieron a un joven de 14 años. Hubert después de haberse recuperado, logró quitarse la soga de los pies, pero no pudo quitarse la de las manos después de haber tratado múltiples veces. Por más que hubiese querido quedarse a descansar junto a las hojas muertas, sabía el peligro que era dormir afuera durante ese frío. Gracias a esto siguió su camino, lamentándose por la pérdida de su caballo Jerry. Mientras caminaba de regreso a casa a pie en frío, vio unas luces que brillaban más adelante. Cuando se acercó a ver si esto le serviría de ayuda vio que las luces provenían de una mansión, y esta tenía la puerta abierta. Se acercó más y decidió entrar a ver si ahí podrían ayudarlo. Al entrar se encontró ante un salón con un gran comedor, los platos llenos de comida, pero estaban aún intactos. Después de analizar la situación ante la que se encontraba concluyó que había una cena y esta había sido interrumpida Justo antes de empezar. Fue ahí cuando oyó la misma voz que lo asaltó dentro de la casa. Después de oír esto se escondió debajo del mantel de la mesa y comenzó a escuchar lo que los ladrones se decían los unos a otros. Por lo que oyó, dedujo que estos ladrones iban a robar a estas personas también. Habían hecho un ruido distractor como el de una persona pidiendo ayuda y se metieron a la casa para esperar a que los que se encontraban allí durmieran y así robarse lo que había en la casa. Estos se escondieron en un closet a esperar, y Hubert salió de la casa pues si los integrantes de la casa lo veían ahí él quedaba en una situación incómoda. Cuando las personas volvieron a sus asientos y continuaron con su cena, cerraron la casa y Hubert vio su oportunidad de pedir ayuda. Fue ahí cuando tocó agresivamente con sus pies (ya que no tenía sus manos, estaban atadas) la puerta. Cuando abrieron la puerta y le informaron a los que se encontraban en la casa lo que sucedía, Hubert fue recibido dentro del salón. Al contar su historia, las personas allí presentes no creyeron la historia al cien por ciento, pero por ser nochebuena decidieron darle comida y desatarlo completamente. Gracias a que a Hubert no le creyeron y fue avergonzado, este decidió no decirle acerca de los ladrones y dejar que se dieran cuenta ellos solos por ahora. Después de haber cenado y reído con los cuentos de todos. Hubert fue brindado rapé, una especie de tabaco (costumbre de estos tiempos) le pidieron a Hubert que le mostrara a las damas presentes lo que era capaz de hacer. Hubert dijo que cierto tipo de mago y los dirigió al closet donde se escondían los ladrones. Fue allí cuando pidió tabaco y realizó lo que llamó un truco, el truco consistía en hacer «una tormenta» en el closet. Cuando su propósito era atrapar a los ladrones. ¿Crees que Hubert lo logró? ¿Cómo crees que lo hizo? ¿Tuvo la historia un final feliz? Para entender esta historia es importante aclarar el hecho de que no siempre la víctima pierde.


Por: Nicolás José Pablo Álvarez.



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