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«Un radiante don»


Es muy interesante darme cuenta como un libro puede cambiar tanto con una sola página. Como dos historias totalmente diferentes, poco a poco se van conectando hasta que se entrelazan, dando aún más vida a la obra. Todavía sigo en posesión del magnífico escrito por Alexandre Dumas titulado «El Conde de Montecristo». Es casi imposible explicarme como aquel hombre pudo escribir tanto (pero no al desorden y sin coherencia), de una manera sobresaliente. Pienso que nunca podré terminar el libro. Debido a que cuando leo, rebusco entre las palabras a mi paso, analizando cada mínimo detalle. No obstante, sé que en algún momento llegaré a extrañarlo, y me daré cuenta de lo corto que fue para mi corazón.


Como ya he dicho inagotables veces, el personaje principal de esta historia es Edmundo Dantés. Que por cierto, tiene un buen rincón en mi corazón desde que me aventuré por primera vez en esta historia. Aunque poco a poco, me he dado cuenta de que esta verdad se ha ido distorsionando. Ya que dos nuevos personajes (los cuales puedo decir con pura satisfacción, que son de mi agrado), han nacido en la tinta de Dumas. Los cuales, (por lo menos en esta sección del libro), los puedo considerar como principales. Estos son llamados el vizconde Alberto de Morcef, y su amigo el barón Franz d’Epinay. Los cuales, comienzan una inconcebible peripecia en Italia. Y es ahí donde empiezan a conocer a tal extraordinario país. Lentamente se van entrelazando con un tal hombre apodado «Simbad el Marino» (su identidad solo puede ser descubierta por un analítico lector, lo cual me deleita), el cual se hace al igual de relevante en la historia. ¿Quién es Simbad el Marino? Le dejo al alma que está leyendo este texto, que intente descubrilo al leer este libro.


Se hace cautivador a cualquier persona tan abrupto giro. Dos nuevos personajes en una atmósfera totalmente distinta a la del principio. Pero a través de las lecturas, mientras más y más leo, comprendo y conozco, las intenciones del autor al incluir a estos nuevos personajes en su magnificente historia. Este tema me ha llamado mucho la atención, al igual que me ha encantado. Como Dumas (tan ingenioso hombre), provoca en el lector un sentimiento de misterio y curiosidad. Pues este, deja al que posee el libro concebir sus propias suposiciones e investigar y conectar distintos puntos. Para terminar en aquel sentir de sorpresa que cualquier ser goza, al descubrir un hecho impactante. Es como si uno fuese un detective, y la obra fuesen las evidencias. Es por esto que en mis lecturas, he tenido que releer y volver a puntos pasados para comprender distintas partes del libro. Ciertamente sería muy gratificante en mis propios escritos poder aplicar esta habilidad. La cual provoca que estos sean de un nivel superior, al igual que mucho más interesantes.


Por otro lado, la trama actual del libro es de mucho interés mío. Pues he podido conocer a detalle a Italia, su sociedad y cultura. Estos elementos son de mucho disfrute mío. Pues amo profundamente las culturas extranjeras, al igual que el conocimiento del mundo. Es sorprendente como el autor describe estos hechos, de tal manera que se siente tan vividos. Realmente, leer con esta ambientación, ha vuelto a despertar en mí el sentimiento de conocer el extranjero, en específico Italia. Estos nuevos sucesos, me recuerdan como otras personas siempre me viven recalcando lo hermosa que es Italia. Mas con este libro, la he podido conocer como si de un viaje con guía turística se tratase. Además, no era suficiente para Dumas describir a tal detalle este precioso lugar. Sino que agregado a eso, sitúa los eventos justamente, en la época del carnaval. ¡Cuánto he aprendido sobre las creencias italianas! Espero que este continúe con distintos paraderos.


Me fascina como el arte de escribir es una forma crucial para el hombre expresarse. Pero sobre todo esto, me maravilla aún más las tramas que son impredecibles. Las cuales uno nunca sabe que puede pasar. Al inicio de este libro (como dije en un escrito anterior), me daba miedo y me carcomía el alma saber lo extenso que era, para lo que en ese entonces parecía un corta trama. Pero esta idea se fue muriendo alrededor del libro con tal magnífico don de Dumas. Esto me lleva al recuerdo del Señor, y como Él da distintos dones al hombre. Y si estos se alimentan y mantiene de la manera correcta puede terminar de manera espectacular. Tal y como aclaran las Sagradas Escrituras en 1 de Pedro 4: 10: «Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios». Sin duda alguna, Alexandre Dumas tiene un don indeleble, el cual ha administrado de una manera espectacular.


Estoy ansiosa de seguir mi recorrido por este impredecible libro. Tendré paciencia y disfrutaré cada palabra. Pues una obra de tal magnitud, hay que escudriñarla y analizarla. ¡Dios bendiga el bello don de Alexandre Dumas!


Alexandre Dumas (1802 - 1870)




Frase a recordar: «Todos hemos recibido dones, pero hay quien nunca ha abierto su regalo»

Empar Díez






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1 Comment


Unknown member
Mar 27, 2022

Cada vez que leo tus blogs me dan más ganas de leer «El conde de Montecristo». Me encanta cómodas estado escudriñando este libro. No te desesperes, sigue leyéndolo con paciencia, que como bien tu decías, algún día lo extrañaras.

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