top of page
Search

Vivas en su Jardin pt2 LA FAMILIA

Como ya mencione en el blog pasado, ( Vivas en su Jardín parte 1), es un libro escrito por Dede Mirabal. Narrando sus memorias sobre sus hermanas, padres, otros familiares, entre otras muchas memorias.


En este blog, estaré contando lo que narraba Dede en el libro acerca de sus padres, Doña Chea y Don Enrique Mirabal. Según mi perspectiva acerca de lo que leí, Dede admiraba mucho a sus padres. Ella nos cuenta como habían cosas que la "molestaban" de sus padres, como por ejemplo cuando su mama las castigaba, pero esta mas que nada, enfocado en las buenas cosas y características que ella personalmente admiraba de sus padres.


Me encanta lo detallada que es Dede al hablar sobre sus padres. Según ella, su madre era una mujer de mucho orden, trabajo y esmero. Al leer esto lo primero que llego a mi mente fue "parece que su mama era una mujer muy estricta y de carácter fuerte". Y aunque ella no era una mujer muy "sonriente" puede notar que ella era una mujer diligente y se preocupaba por su familia.

Ella siempre estaba trabajando, y pocas veces le gustaba andar, Dede menciono como ella recordó que una vez Patria la llevo a la Capital y a Higüey de paseo, y su mama no lo disfruto tanto. Definitivamente no le gustaba pasear. Ella siempre exigía orden y educación a sus hijas. Cuando las castigaba ella ponía a Maria Teresa, Patria, Minerva y a Dede de rodillas. Y permanecían de esta forma hasta que su padre regresara, el siempre las levantaba dándoles un beso a cada una. Doña Chea le encantaba, a parte de trabajar mucho en la casa, trabajar en el jardín, ella lo cuidaba mucho. Su madre siempre estaba en busca de sus buenos modales y educación, tanto así que sus cuatro hijas estudiaron en la mejor escuela del momento "Inmaculada Concepción", ubicado en la provincia de La Vega.


Por otro lado, Don Enrique Mirabal era todo lo contrario a su esposa. El era un hombre muy trabajador, sí, pero era alegre, sonriente y mas "liberal", es decir, menos estricto que Doña Chea.

El era todo un hombre de negocios. Amaba a sus hijas.

Don Enrique vivía de comerciar y vender arroz, azúcar, entre otras cosas, con sus muchas fabricas ganó mucho dinero. Lo suficiente como para que siempre su caja fuerte estuviera llena de dinero (según aclaró Dede, para ese entonces no se utilizaban los bancos, si no mas bien, cajas fuertes).

A diferencia de Doña Chea, que amaba cuidar sus jardines, Don Enrique no le daba mucha importancia y prefería negociarlos. Cuando ellos iban de paseo a Santiago, el siempre andaba con rollos de billetes en sus bolsillos para comprar, antes no era tan común la delincuencia ni los robos. Incluso, Dede misma, compartió como cada vez que ella necesitaba dinero, ella podía tomar la cantidad de dinero que quisiera y cuando lo quisiera, o mas bien dicho, cuando lo necesitara. Ella resaltó como ella tenía una similitud con su madre. Dede nunca fue de gastar el dinero, lo invertía en cosas necesarias y de una forma inteligente y adecuada.


Y ya para concluir me gustó mucho el respeto que pude observar que mantenían en la familia Mirabal. Doña Chea era una mujer muy responsable y respetuosa, y aun que era seria tenia un gran corazón. Y Don Enrique ni hablar, un hombre muy diligente y alegre, tomaba muy buenas desiciones a la hora de invertir y negociar.

De verdad que me gusta mucho este libro.

3 views0 comments

Recent Posts

See All

Comments


Post: Blog2_Post
bottom of page